¿Cómo influye la alimentación en nuestra visión?

Mantener una alimentación saludable es indispensable para cuidar nuestra salud en general, y la visión en particular. Son muchos los beneficios de una dieta equilibrada para nuestro organismo, pero también para el mantenimiento de una salud visual óptima y la prevención de patologías oculares. La evidencia científica muestra que la suma de dieta equilibrada y estilo de vida saludable puede retrasar el envejecimiento ocular, y con ello la aparición de degeneración macular asociada a la edad (DMAE), cataratas y otras enfermedades oculares.

NUTRIENTES ESENCIALES    

Para conseguir mantener nuestro sistema visual en perfectas condiciones, nuestra dieta debe incluir vitaminas, ácidos grasos, minerales, sustancias carotenoides y flavonoides.

Vitaminas A, C, E y B1:  antioxidantes que ayudan a los tejidos oculares a mantener su correcto funcionamiento. Juegan un papel importante en retrasar el estrés oxidativo, factor importante en la aparición de cataratas en el cristalino o la DMAE en la retina. Los lácteos y vegetales de color naranja o rojizo como zanahorias, tomates o melocotones son fuentes de vitamina A, en cítricos o verduras como brécol o coliflor podemos encontrar la vitamina C; la vitamina E se encuentra en verduras de hoja verde, en el trigo y otros cereales, y en la carne de cerdo, pescado azul o frutos secos conseguiremos vitamina B1.

Omega 3 y 6:  ácidos grasos que nuestro organismo no puede sintetizar, por tanto, es muy importante obtenerlo a través de la dieta, no sólo a nivel ocular. El omega 3 desempeña un papel importante en la función lagrimal, mejorando los síntomas de sequedad ocular, y ayuda a prevenir y ralentizar la progresión de la DMAE. El omega 6 ayuda a mantener regulados los niveles de insulina, lo cual es importante para mantener controlada la diabetes y evitar la aparición de retinopatía diabética. Los alimentos ricos en estos ácidos grasos son los pescados, en especial los de aguas frías y profundas, los vegetales de color verde oscuro y algunas semillas, como la linaza o la chía.

Minerales (zinc, selenio y cobre):  la mayor concentración de estos minerales en el organismo se encuentra en los ojos, concretamente en la retina.  El zinc abunda en carnes rojas, pescados, queso y legumbres; el cobre lo podemos obtener de la carne, algunas legumbres y frutos secos, y el selenio está presente en carnes rojas, mariscos o cereales integrales.

Carotenoides (luteína y zeaxantina):   son pigmentos naturales que se acumulan en la mácula, donde los demás carotenoides circulantes por la sangre apenas se detectan. Protegen la retina y el cristalino del estrés oxidativo actuando como antioxidantes lipídicos, contribuyendo a la disminución del riesgo de padecer enfermedades como la DMAE, las cataratas o     la retinopatía diabética.

Flavonoides:   pigmentos solubles que se encuentran en frutas como manzana, uva, cereza y arándano, en verduras (brécol, cebolla, puerros), algunas semillas y soja.  Protegen contra la fotooxidación y permeabilización de la membrana en las células del epitelio pigmentario de la retina, retrasando la aparición de enfermedades como la DMAE.

Hay que tener en cuenta que factores como la edad, el sexo o las condiciones de nuestro estado físico, los niveles de nutrientes que necesita nuestro organismo son distintos. Existen casos específicos en los que, además de mantener una dieta variada y equilibrada, se aconseja tomar suplementos alimenticios, que siempre han de ser prescritos por un especialista.

Victoria de Rojas Instituto Oftalmológico es un centro especializado en cirugía refractiva, cataratas y párpados, ofreciendo siempre el mejor servicio

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