Teletrabajo y salud visual

La crisis sanitaria causada por la COVID-19 ha modificado muchos de nuestros hábitos de vida. Los períodos de confinamiento, el uso continuado de mascarillas, mantener la distancia social… han modificado las relaciones sociales y, por extensión, también ha cambiado nuestra forma de trabajar. El teletrabajo parece haber llegado para quedarse, haciendo que las jornadas laborales en remoto delante de la pantalla de un ordenador se hayan convertido en rutina para trabajadores de multitud de empresas.

Por ello, vamos a analizar la forma en la que el teletrabajo afecta a nuestra salud visual. Ya durante el período de confinamiento se observó un aumento del uso de pantallas digitales para uso recreativo (videojuegos, series, películas…) con el fin de amenizar de la mejor manera lo que para la mayoría de la población era algo nuevo. Recientemente se ha visto como este hecho ha supuesto un aumento de la prevalencia de la miopía en niños. Muchas empresas implantaron entonces el teletrabajo en sus jornadas laborales, para minimizar el contacto social entre sus empleados.

 

Sumar el tiempo de teletrabajo y el tiempo de ocio supone un incremento de tiempo que pasamos frente a pantallas digitales, que suele ir acompañado de síntomas de fatiga visual como dolor de cabeza, irritación y enrojecimiento ocular, dolores cervicales… Actualmente, resulta imposible renunciar al uso de ordenadores, móviles o tabletas en el ámbito laboral, pero si que podemos actuar sobre la salud visual siguiendo una serie de recomendaciones para prevenir en lo posible la aparición de los síntomas mencionados.

 

– Si vamos a comenzar a teletrabajar o ya lo estamos haciendo, es conveniente realizar una evaluación oftalmológica completa para valorar el estado de nuestro sistema visual. Así, comprobaremos si necesitamos corregir algún defecto refractivo (miopía, hipermetropía, astigmatismo, presbicia) o, si ya usamos gafas o lentes de contacto, chequear que la graduación sea correcta y esté actualizada. También es importante evaluar la visión binocular y el estado de la lágrima y la superficie ocular.

 

– Es muy importante establecer períodos de descanso utilizando si es posible la regla 20-20-20, que significa realizar descansos cada 20 minutos durante 20 segundos mirando a más de 20 pies de distancia (6 metros). Además, realizar nuestra jornada laboral en casa frente a pantallas nos obliga a limitar su uso durante el tiempo de ocio.

 

– Procura incrementar tu frecuencia de parpadeo. Aunque parezca un gesto sencillo, es muy importante, ya que se ha demostrado que durante el trabajo en visión cercana parpadeamos mucho menos y aumenta la sequedad e irritación ocular. También es útil lubricar la superficie ocular con lágrimas artificiales durante el teletrabajo.

 

– Si es posible, intenta acondicionar tu lugar de trabajo para que llegue la mayor cantidad de luz natural durante tu jornada laboral. También es importante ajustar el brillo y el contraste de las pantallas de tus dispositivos digitales, evitar reflejos y utilizar un tamaño de letra adecuado, que facilite su enfoque.

 

– La higiene postural también es imprescindible, mantener durante el teletrabajo una posición ergonómica. Lo ideal es que nuestra mirada frontal coincida con el límite superior de la pantalla de nuestro monitor.

 

– Salir al exterior y pasar tiempo en la calle. Pasar largas jornadas en el interior frente a dispositivos digitales puede hacer que no desconectemos nunca, o cambiar nuestras rutinas de tal manera que salgamos a la calle cuando ya no haya luz natural o directamente no salgamos.

 

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